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¿Cómo se abrió el camino?*

22 de Marzo del 2016

Cuentos para reflexionar:

Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Como era un animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.

Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, jefe de un rebaño, que viendo el espacio ya abierto hizo a sus compañeros seguir por allí.

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha y a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.

Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.

Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, finalmente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.

REFLEXION:
Reflexionando … pensando … mirando al pasado, ... al futuro … sintiéndote firmemente arraigado en el presente … ¿Qué tipos de caminos eliges transitar en tu vida? Los que ya han sido trazados por otros, por las costumbres, los hábitos, lo que siempre se hizo? …

¿Cómo te percibes considerando la posibilidad de hacer algo nuevo por ti y por quienes te rodean? ¿Te atreves a transitar nuevas oportunidades? Si decidieras que sí, ¿Qué necesitarías para ello? Recuerda y observa que cerca de ti hay personas que te aprecian y gustaría compartir contigo estas reflexiones …

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin pensar, sin preguntarse nunca si esa es la mejor elección.

                                                                           * Publicado en la edición 
                                                                     No. 106 del Jornalinho (Portugal)


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