“Cuentan que un joven paseaba una vez por una ciudad desconocida, cuando de pronto, se encontró con comercio sobre cuya marquesina se leía un extraño rótulo: “La Felicidad”
Al entrar descubrió que, tras los mostradores, quienes despachaban eran ángeles. Y medio
asustado, se acercó a uno de ellos y le preguntó:
Por favor, ¿Qué venden aquí ustedes?
Aquí –respondió el ángel- vendemos absolutamente de todo.
Ah! -dijo asombrado el joven- Sírvame entonces el fin de todas las guerras del mundo, muchas toneladas de comprensión entre las familias, más tiempo de los padres para jugar con sus hijos…
Y así prosiguió hasta que el ángel, muy respetuoso, le interrumpió la palabra y le dijo:
Perdone usted señor, creo que no me he explicado bien. Aquí no vendemos frutos, sino semillas
En los mercados de Dios (y en los del alma) siempre es así. Nunca te venden amor ya fabricado, te ofrecen una Semilla que tú debes plantar en tu corazón, que tienes luego que regar y cultivar mimosamente; que haz de preservar de las heladas y defender de los fríos, y que al fin, tarde, muy tarde, quien sabe en qué primavera acabará floreciendo e iluminando el alma”
Este cuento lo escuché por primera vez en la voz del Dr Rubén Veiga, autor del libro “Entrenando entrenadores en Mediación Educativa” en el V Foro Regional y IV Foro Argentino de Mediación que se lleva a cabo en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, donde año a año genera un encuentro interdisciplinario para promover y valorar la paz y la convivencia armónica en todos los ámbitos en los que interactuamos. Y me pareció un bello cuento, que ilustra con hermosas palabras, el hacer en valores que muchas personas llevan a cabo en el día a día anónimamente, animados por su voluntad.
Los valores son motores para la vida, y recordemos que un valor que no se desarrolla, una idea que no se abona, un proyecto sin fecha son espacios de no crecimiento.
Por eso, para que tu espacio se colme de luz, de colores, de sonidos, y de afectos… ¿Qué semilla eliges sembrar a partir de este momento? ¿Cuál es la acción más pequeña que puedes implementar para que comience a crecer? Hazlo, depende de ti.
*"Entrenando entrenadores en Mediación Educativa” Rubén Veiga.
Luisa Cordeiro