¿Qué piensas, qué sientes al leer la cita anterior? Esta afirmación la podemos observar como un hecho comprobado o bien solo tomarla como una cita más. En todo caso la podemos considerar, chequear y tomar conciencia que aunque esto ocurra, también nos aparece la resistencia al cambio, lo que puede transformarse en obstáculos en el logro de nuestras metas si no estamos atentos a ello
Cuando funcionamos en automático lo hacemos con un bajo nivel de consciencia, y es cuando repetimos aquello que nos decimos, actuamos o generamos replicando el pasado.
Esto es lo deseable para la biología, puesto que es la estrategia que asegura la supervivencia, fin primero de la biología. Cabe destacar que actuando en este nivel las conductas que surgen son las respuestas básicas, emocionales, no racionales del ser humano: lucha, huida, ataque o parálisis.
En este nivel lo nuevo, lo disruptivo que acarrea nuevas opciones de acción implica estrés para el cerebro.
Desde ese lugar y situación, surge la resistencia al cambio.
Esto hace necesario tenerla en cuenta, y observar que es natural que surja ante lo nuevo. Es allí, donde surgen miedos, creencias o patrones de pensamiento que pueden limitar el accionar personal y profesional
En este nivel, con bajo nivel de conciencia, solemos generalizar las dificultades y nos encontramos diciendo: no puedo o no soy capaz o cualquier otra forma de decir que nos lleva a actuar de una manera invalidante.
A menudo, el miedo a lo desconocido, o por aferrarnos a lo que nos resulta familiar pueden ser las cadenas que nos impiden explorar lo nuevo como posible
Cuando nos consideramos exploradores de la conciencia, nos damos la oportunidad de estar atentos a lo que nos ocurre.
Es en esa instancia, cuando nos permitimos transitar los cambios con la actitud de apertura que nos facilita observar que es lo que nos ocurre cuando nos abrimos a nuevas ideas o proyectos
Pocas veces nos preguntamos qué ocurriría o como mejoraría nuestro quehacer cotidiana si aceptáramos la posibilidad de explorar el cambio.
Necesitamos estar conscientes de las experiencias anteriores de cambio en nuestra vida, como los transitamos, cuales fueron los beneficios o las contradicciones que surgieron a partir del mismo. Y no atarnos a este análisis, pues el contexto actual puede diferir de aquel en el que conseguirnos las metas deseadas.
Lo experimentado es la base desde la que partimos para realizar nuevos cambios, pues las experiencias anteriores pueden llegar a generar creencias que los facilitan o no.
Uno de los primeros pasos qué podemos dar es transitar el cambio, reflexionando acerca del mismo y de las posibilidades que surgen de su aceptación o no.
Por otro lado, compartir los miedos, las ideas o las aprensiones que nos ocasionan determinadas circunstancias, con las personas con que interactuamos, puede ser una fuente de posibilidades de encuentros con otros y con uno mismo.
Tomemos consciencia que darnos permiso para transitar los cambios es también darnos permisos para continuar creciendo y evolucionando en la dirección que hemos establecido para nuestras vidas
“Los hombres son sabios en proporción no a su experiencia, sino a su capacidad de experimentar”
George Bernard Shaw
Luisa Cordeiro