Hay un lugar, en Sudáfrica, en Natal, en donde el saludo más común, equivalente a nuestro “hola” es la expresión “Sawu bona” , que significa literalmente “te veo” . Los miembros de la tribu responden diciendo “Sikkhona”, “estoy aquí”.
El orden del dialogo es importante: Mientras no me hayas visto, no existo, pues es como si al verme me dieras la existencia
Este saludo lleva implícito también lo que llamamos patrocinio, que es la mirada que damos a las relaciones de cada día
Patrocinar lleva implícito el reconocimiento que hacemos del otro, ya sea positivo, neutro o negativo. Es decir, es la forma en que significamos a cada persona, y lo evidenciamos en los relatos o narrativas que compartimos al relacionarnos
Entonces, en primer lugar, prestamos atención al tipo de aceptación o reconocimiento que damos o no a los otros y de allí surgen tres grandes grupos: el patrocinio neutro, el patrocinio negativo y el patrocinio positivo
Cuando realizamos el patrocinio neutro, y siguiendo la analogía “Sawu bona”, es una persona a quien no distinguimos del resto. Alguien a quien no valoramos o en la que no detenemos nuestra mirada, alguien reemplazable, alguien que nos es indiferente
En lo que entendemos como patrocinio negativo nos encontramos pensando en alguien que no debería estar cerca nuestro, pues nos puede estar generando miedo. Por considerar que no nos gusta, o es peligroso o amenazante para nosotros
El tercer tipo de patrocinio el positivo, es aquel en el que aceptamos plenamente al otro, lo reconocemos y validamos.
De la misma manera que la tribu de Natal, esta mirada la mostramos a través de la narrativa que generamos alrededor de cada uno de ellos. Las que están cargadas de emociones positivas, que percibimos nosotros y quienes las escuchan
Por esto, en el patrocinio negativos o neutros encontramos expresiones tales como: “No existes”, “No eres especial”, “No contribuyes” “Eres un problema” o “No eres bienvenido” palabras que promueven emociones negativas como tensión, angustia, ansiedad, etc.
Mientras que en el patrocinio positivo, la narrativa que acompaña esta significación implica actitudes de valor y consideración hacia la persona que se traduce en la promoción de emociones que llamamos positivas, como el alivio, el relax, de motivación y sensación de estar centrados entre otras
Cabe destacar el impacto valorativo que generamos y expresamos a partir de la significación e interpretación realizada, independientemente de la intención que cada uno desee dar a la situacion. Pues, aunque la intención fuere positiva y actuemos por ignorancia, no podemos ignorar el malestar que pueden causar el patrocinio negativo o neutro. El que muchas veces es ignorado en distintas situaciones de vida laboral y personal
Cuando las personas se sienten patrocinadas positivamente surgen emociones como motivación, lealtad, compromiso, etc. lo que se traduce en relaciones colaborativas y de acompañamiento integral en las que “el poder” y el “poder hacer” son la moneda corriente de cada día
Luisa Cordeiro